INFORMACIÓN, PROPAGANDA O LIBERTAD
Cuando por fin llego 1984, vimos que la profecía de Orwell no se cumplía. Pero había otra profecía, tal vez menos conocida, “Un mundo feliz” de Huxley, que no profetizaba la misma cosa. Orwell predijo que seremos vencidos por la opresión venida desde el exterior, el gran hermano priva a la gente de su autonomía y de su historia. Pero lo que Huxley advertía es que la gente llegaría a amar a su opresor y a adorar la tecnología que anule su capacidad de pensar. Orwell temía a aquellos que pudieran prohibir los libros. Huxley temía que no hubiera razón para prohibirlos porque nadie tendría interés en leerlos. Orwell temía que llegaran a privarnos de información, Huxley que llegarían a brindarnos tanta que seríamos reducidos a la pasividad. En “1984” la gente es controlada infringiendo dolor. En “el mundo feliz” es controlada infringiendo placer, en definitiva, Orwell temía que lo que odiábamos terminaría arruinándonos, Huxley que nos arruinaría lo que amábamos1. En 1800 sólo un 12% de la gente vivía en las ciudades, en 2030 será el 75% de la población mundial. (1)
Cuando La Revolución Industrial tomo impulso a mediados del S. XIX, dio como resultado la sustitución de una forma de vida rural, por otra urbana mediante un imparable proceso de emigración, donde los trabajadores llegados del campo se irán concentrando en grandes urbes. Ese mundo rural se convertirá poco a poco en lo que los expertos denominan “sociedad de masas”
A mediados del XIX aparecen autores que analizan desde una perspectiva más científica el concepto (2), y llegan a la conclusión que esta nueva idea de grupo posee características distintas y que no se rigen por la psicología individual. En lugar de pensamientos tienen impulsos, hábitos y emociones. Al tomar decisiones, suelen seguir el ejemplo de un líder. La masa tiende a glorificar la fuerza y menospreciar la racionalidad, En definitiva, acaba con el concepto de individuo autónomo, y la noción de libertad se dispersa, pues sin individuo autoconstruido no puede haber libertad.
La democracia de masas (3) era la novedad en una época que transitaba del voto calificado (reservado a los ricos e instruidos) al sufragio universal. Tiempos revueltos en los que se temía el desborde insurreccional de la gente que ahora tenían derecho a voto. Había que encontrar una nueva forma de dirigirlos.
Pronto alguien se dio cuenta que, conociendo el mecanismo y los motivos que impulsan a la mente de grupo, no sería difícil controlar a las masas a voluntad, sin que éstas se dieran cuenta
Para entender esto, voy a hablar de un personaje notable, Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, nacido en Viena en 1891, aunque siendo niño su familia emigró a EE. UU. Bernays fue llamado el padre de la “manipulación mediática” y creador del concepto de relaciones públicas (4). En 1929 la Corporación Americana de Tabaco, quería que las mujeres (más de la mitad de la población estadounidense) se incorporaran al negocio del cigarrillo, y le encargó el trabajo a Bernays, este urdió un truco publicitario. En un desfile de jóvenes sufragistas norteamericanas, el día de la Pascua, organizó lo que el denominó la “Brigada de las Antorcha por la Libertad”, a una señal suya diversas jovencitas a las que había persuadido previamente encenderían sus cigarrillos ante los medios allí presentes, llamándolos “antorchas por la libertad”, como símbolo de la emancipación femenina. La campaña tuvo un éxito rotundo y desde entonces la venta de cigarrillos entre las mujeres no dejaría de aumentar. También estableció la relación entre la industria tabacalera y la Asociación Médica Norteamericana, relación que duró 50 años. Dijeron al público que fumar era beneficioso para la salud. Basta con mirar los anuncios de la época. Los médicos recomendaban tal o cual marca de cigarrillos para tener una digestión sana. En otra de sus campañas popularizo los desayunos con beicon por encargo de la industria
cárnica como un desayuno saludable y proteico y también por iniciativa suya los primeros hombres en llevar el reloj en la muñeca fueron los soldados en las trincheras, durante la gran guerra (más práctico que en el bolsillo), eso bastó para anular el sesgo femenino del accesorio, asociándolo con lo masculino.
Aprovechó los estudios de su celebre tío sobre la mente inconsciente y los anhelos reprimidos del individuo para crear una forma de manipular a la multitud totalmente novedosa, basada en la satisfacción de los deseos ocultos. Él decía que “LA PROPAGANDA ES EL BRAZO EJECUTOR DEL GOBIERNO INVISIBLE”. (5)
Goebels poco después tomo buena nota de los hallazgos de Bernays para su futuro proyecto de propaganda nazi.
Bernays aprendió pronto que la mejor manera de conseguir credibilidad era mediante el apoyo de un tercero independiente. Por ejemplo, si Philip Morris dijera que fumar no perjudica la salud, la gente sospecharía porque su negocio se basa en vender cigarrillos. Sin embargo, si un instituto de investigación independiente, con un nombre creíble, Consejo Norteamericano de Ciencia y Salud, por ejemplo, emitiera un informe científico diciendo que el tabaco no perjudica al fumador, la gente empezaría a dudar, así que eso es lo que hizo. Puso en marcha más fundaciones e institutos que Rockefeller y Carnegie juntos. Financiados silenciosamente por las industrias cuyos productos estaban siendo evaluados, estas agencias “independientes” elaborarían estudios y material de prensa. Los informes se mandaban a cada diario, radio o agencia del país. Muchos de ellos escritos como noticias, para que los redactores pudieran usarlos sin tener que investigar los temas en cuestión, era una labor de corta y pega donde solo había que añadir el nombre del periodista a pie de página.
Esto sucede así desde que en los años 20 Ivy Lee creó el concepto de comunicado de prensa.
Bernays nunca pensó que fuera un maestro del engaño, sino más bien, un benefactor de la humanidad y del sistema (así aparece, por cierto, en la Wikipedia). Bernays describía al público como un rebaño que necesita ser guiado” y nunca se apartó de su axioma, controlar a las masas sin que se dieran cuenta. Transformó la cultura de la “necesidad” en una cultura del “deseo”. Si la gente solo compraba los bienes que necesitaba, tarde o temprano dejarían de consumir.
En la época, la prensa estaba destinada a educar e instruir, proporcionando los saberes necesarios, para que los ciudadanos pudieran participar en la vida pública. Una objeción a tal enfoque es que la prensa divide a la población en dos, los mentalizadores y los mentalizados. (6)
Ya en 1835 Larra se queja de “El envilecimiento de las actividades reflexivas que ocasiona la prensa multitudinaria”, entonces una novedad. y advierte de “la afición a mentir” de los periódicos, coincide en esto con Tomas Jefferson que vivió el nacimiento de la gran prensa en EE. UU. y daba cuenta también de su escasa veracidad, siendo el mismo víctima de campañas de desinformación.
Pero el problema fundamental reside en la estrecha relación que une información (7) con propaganda y que impide que se puedan separar. En una investigación que el Congreso de los EE. UU. realizó sobre los servicios de información del Gobierno en 1949, después de haber examinado una gran cantidad de informes, se llegó a la conclusión de que eran incapaces de discernir entre lo que era información y lo que era propaganda.
A esto debemos añadir que la concentración de empresas de comunicación en muy pocas manos dificulta enormemente la diversidad informativa.
El hombre no es sólo lo que es, también es lo que puede llegar a ser y aun no es, esa sería la esencia de su Libertad. Conviene sin embargo subrayar que el poder de lo externo es siempre muy superior al poder del individuo. Hay que recordar que la predisposición al conformismo es lógica si seguimos nuestro instinto de conservación, que es más potente en general que la conciencia y la moral, con lo que la libertad puede quedar adormecida. Hoy día la sobreinformación se ha convertido en un problema para la comprensión (Es más fácil para el mundo aceptar una simple mentira que una verdad compleja, decía Tocqueville hace ya 200 años).
Entonces, ¿podemos controlar la información que nos llega?, o será más bien al revés. Ante esta pregunta muchos pueden tener la tentación de cerrar los ojos y tirar la toalla.
Una de nuestra más preciada divisa, es la Libertad. Desde la masonería se nos alienta a defender este pilar básico de la sociedad. Pero esa labor se ha convertido en algo extremadamente complejo. Si la información que nos llega es propaganda, la libertad queda en entredicho.
Nos adentramos en la época de la comunicación instantánea y a la carta, donde algunos piensan que ha llegado la verdadera democracia informativa, miles de influencers, charlatanes o aprovechaos, hacen su agosto en las redes, pero no olvidemos que también hay gente que aporta seriedad y rigor, toda ello a golpe de un simple clic. Ya no se necesitan grandes inversiones para llegar a un público general muy amplio.
¿Es esta información fiable o necesita ser controlada? En mi opinión y aunque mucha de esta información es poco fiable, o simplemente disparatada, la censura de ideas es un paso muy arriesgado, que debemos meditar, si lo que buscamos es el camino de la libertad. Decía Jackes Ellul que “La propaganda no es nada sin un trabajo previo de información”. Es por esta razón que en la mayor parte de los países antiguos la propaganda se reservaba para los que tenían algo que decir en la vida pública, no estaba hecha para las masas que eran indiferentes a estas cuestiones. Sencillamente, porque no estaban informadas. La solución incómoda pasa por informarse debidamente, buscando con ahínco lo más parecido a la verdad, o al menos desterrar la mentira. Como vemos las bases de la manipulación moderna estaban ya trazadas desde hace más de un siglo, eso no ha cambiado, lo que si ha cambiado es la forma que tienen de llegar a la gente. No existe el “Mundo feliz” (8) ni es deseable, no se puede aniquilar lo que nos incomoda, solo hay que aprender a gestionar y a discernir. Desde la masonería podemos hacer frente a los tiempos que llegan a través de la duda y el debate, usamos esa duda para perfeccionar nuestra vida interior, limando día a día nuestros metales, usemos esa valiosa herramienta para hacer frente también al conocimiento exterior, que ahora llega en oleadas descontroladas, sin caer en el desánimo ni en descalificaciones fáciles.
1 - Neil Postman, “Divertirse hasta morir”
2- EL ESTUDIO SISTEMÁTICO de la psicología de Trotter y Le Bon, fueron quienes se aproximaron a la materia en el S.XIX desde una perspectiva científica, y Graham Wallas y Walter Lippmann, entre otros, quienes continuaron el trabajo de los primeros con investigaciones sobre la mentalidad de grupo individual.
3- Ortega tendra una pésima opinión de ellas cuando dice “masa es el hombre medio, masa es todo aquel que no se valora a si Considera el hombre masa como mediocre, insensible a la cultura, conformista, vulgar, desligado de la tradición, dominado por la colectividad, autosatisfecho y primitivo”
4 - (Para este tema se pueden ver los interesantes documentales de Adam Curtis “El siglo del individualismo partes 1,2,3 y 4”).
5 - “La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de gran importancia en la democracia. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país. Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar.” Decía Bernays en su libro “Propaganda”.
6 - Podrenos ver cómo en la comunicación, ya sea en los medios, entre profesor y alumnos, en el trabajo, hablamos de estilo “propagandístico” cuando no se plantea la posibilidad de un diálogo verdadero, ya que el emisor controla el proceso de la comunicación y quiere llevar al receptor a su
7 - Pero el problema fundamental de la información reside en otro lugar, en la estrecha relación que une información y propaganda y que impide que puedan separarse. Hará falta aceptar previamente algunos hechos respecto a la propaganda. Por ejemplo: los propagandistas hace ya mucho tiempo que se dieron cuenta de que la mentira no es un buen instrumento de propaganda, que la “verdad vale la pena”, que la
propaganda debe hacerse sobre hechos verídicos. Por otro lado hay que tener también en cuenta la existencia de una complicidad entre el propagandista y el “receptor de dicha propaganda”
8 – En la industria de la felicidad, la gente común quiere información ya El alegato final del mundo feliz sería:
“Una dictadura perfecta tendría la apariencia de democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros donde los presos ni siquiera soñarían con escapar. Sería esencialmente un sistema de esclavitud en el que, gracias al consumo y al entretenimiento, los esclavos amarían la servidumbre” Aldous Huxley.
La francmasonería no profesa ningún dogma y trabaja en una permanente búsqueda de la verdad, por ello las disertaciones publicadas en esta web no deben ser interpretadas como el posicionamiento de la Logia Gea en los temas tratados, sino como la expresión de la opinión de uno de sus miembros con el objetivo de incitar a la reflexión y al debate constructivo que nos permite cumplir con los deberes masónicos con un mejor conocimiento de causa.
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