EL HOLOCAUSTO NAZI CONTRA LOS MASONES
El día 5 de mayo de 1945 fue la liberación del campo Mauthausen. Y el 8 de mayo, en Reims, los aliados firmaron la rendición de Alemania y el 9 los rusos la firmaron en Berlín.
Yo iba en el metro a ver qué había en la Biblioteca Nacional, me bajaba en el metro Banco de España y me entró un WhatsApp diciéndome que había en Atocha una manifestación organizada por ciudadanos rusos y descendientes de republicanos españoles que lucharon en el bando ruso durante la Segunda Guerra Mundial. Cambié el rumbo. Allí, ante mi curiosidad, una señora con gran acento ruso me contó que los rusos fueron a Argelia a reclutar españoles republicanos. Argelia los tenía encerrados en campos en condiciones inhumanas. Su padre que tenía 30 años había huido desde Cartagena a Argelia y junto con muchos otros, se fueron con los rusos. Entre ellos, había masones.
La persecución nazi contra los masones fue brutal. Empezó en Alemania en 1933. En los archivos de la Oficina Central de Seguridad del Reich (Reichssicherheitshauptamt - RSHA) se estima que entre Alemania y los territorios ocupados había 800.000 masones, de los cuales 200.000 fueron exterminados en campos de concentración. Importantísimo es que los alemanes, conforme iban avanzando, además de detener o asesinar a los masones, se dedicaron al saqueo sistemático de las logias. Hicieron exposiciones ridiculizando la masonería, para burlarse y dar miedo. Incautaron todos los archivos históricos de masones para estudiar sus secretos. Los archivos masónicos los guardaron en las dos grandes Logias de Berlín. En el mismo edificio instalaron el cuartel general de la Gestapo, y en los sótanos, los documentos. Hicieron un tremendo expolio de la historia de los países ocupados; se llevaron archivos históricos, de la policía, de los partidos, sindicatos…
Hitler creía que si descubría los secretos de los masones podría dominar el mundo, así que encargó estudiar los archivos de la masonería a Rosenberg, al que le interesaba el esoterismo y que tenía delirios de intelectualidad. Se rodeó de 100 colaboradores para tan ardua tarea: traductores, historiadores, especialistas en masonería, Gestapo. Con tanta documentación estaban desbordados.
Cuando empezaron los bombardeos contra Alemania, entre los años 1942 y 1943 trasladaron los archivos a Polonia y Checoslovaquia.
Terminada la guerra, los aliados, Inglaterra, EEUU y Rusia se hicieron cargo de ellos. Pactaron devolverlos a los distintos países y así lo hicieron. Los recopilaron en un centro donde los distintos países expoliados fueron a buscarlos; pero Rusia se los llevó, mintiendo y diciendo que no tenían más. Sólo devolvieron una pequeña. El resto se los quedaron para estudiarlos por causas políticas, no históricas, para ver la influencia de masonería en los partidos. Se llevaron trenes enteros, se habla de 1.500.000 de archivos de todo tipo. Europa creyó que habían desaparecido.
Los estudiaron, catalogaron, tradujeron. Las personas que trabajaban con este material estaban amenazadas junto con sus familias de ser deportados a Siberia si hablaban o comentaban algo de lo que leían.
Más de 40 años tuvieron que transcurrir hasta que fueron descubiertos.
Acabada la Guerra Fría, en 1990, la historiadora estadounidense Patricia Ginstead, pidió permiso para buscar estos archivos en Rusia (en algún momento alguien debió de hablar sobre su cometido). Los encontró.
El 23 de diciembre de 1990 El Gran Oriente de Francia recibió 750 cajas en la sede de la Rue Cadet 16, París. Cuentan como anécdota que era el día que ponían el árbol de Navidad y entre las primeras cajas que abrieron se encontraron toda la documentación de la Logia “Las 9 Hermanas”. Aparecían los nombres de Lafayette, Voltaire, Franklin. El desasosiego les duró toda la Navidad.
También la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain - El Derecho Humano, recibió sus archivos, al igual que Gran Logia De Francia.
¿Qué había pasado con los masones durante la Segunda Guerra Mundial? Muchos de ellos estaban luchando en la Resistencia contra el fascismo en sus distintos países. Los Masones fueron asesinados o internados en los distintos campos de concentración o de exterminio. En unas condiciones que ya conocemos.
Llevaban un triángulo rojo invertido. Al igual que los otros prisioneros no judíos. Algunos se pusieron una flor “Nomeolvides” sobre él.
Pero más allá de las lágrimas, del dolor, de la muerte siempre presente, y de las ganas de dejarse ir en un infierno que ni Dante pudo imaginar, los Francmasones en los campos de la muerte, cuando se reconocían buscaban siempre la manera de fortalecer nuestra cadena de unión. Y fueron más allá. Levantaron columnas en mitad del horror.
Así nacieron las logias:
Respetable Logia LIBÉRTÉ CHERIE Nº 19 del Gran Oriente De Bélgica. En el campo de Esterwegen. Fundado el 15 de noviembre de 1943 por 7 hermanos belgas. Eran miembros activos de la Resistencia. Trabajaban con ritual simplificado y ceremonias sencillas que les permitieran trabajar e incluso ser transmitidas si morían. Tuvieron tenidas temáticas como: el símbolo del gran arquitecto del universo, el futuro de Bélgica después de la guerra, el papel de la mujer en Masonería. De esta Logia sobrevivieron solamente 2 masones.
Respetable Logia LES FRÈRES CAPTIPS D´ALLACH (Los hermanos cautivos de Allach) En el campo de Dachau trabajaron los hermanos del Gran Oriente De Francia. Sus libros de arquitectura se encuentran en el museo de dicha obediencia en París.
Respetable Logia L´OBSTINÉE. En el campo de Oflag trabajaron los hermanos del Gran Oriente de Bélgica. Sobrevivió el hermano Jean Rey, Orador quien fue nombrado el primer presidente de la Comisión Europea el 2 de julio de 1967.
Realizaban sus tenidas protegidos por católicos y sacerdotes. Luego ellos devolvían el favor vigilando las misas clandestinas que celebraban los católicos.
Hay que destacar que Churchill, Presidente del Reino Unido, Franklin D. Roosevelt y Harry S.Truman, Presidentes de Estados Unidos, masones, acabaron con los nazis. Sin olvidar a Stalin, antimasón.
Para terminar, en el memorial del campo de Esterwegen hay un monumento a los masones levantado por masones alemanes y belgas el 13 de noviembre de 2004, en donde está escrito: “Estamos hoy reunidos aquí en este cementerio de Esterwegen , no para llorar, sino para expresar pensamientos libres en público… En memoria de nuestros hermanos los derechos humanos nunca deben olvidarse.”
Y en los numerosos homenajes en recuerdo a las víctimas del Holocausto nazi, también se nombra a los masones, por ejemplo, en Zamora.
Conclusión: EL SER HUMANO NECESITA SER EDUCADO EN EL BIEN, PARA EL BIEN. EN LOS VALORES QUE HACEN GRANDE UNA CIVILIZACIÓN. ¿Seremos capaces los masones?
La francmasonería no profesa ningún dogma y trabaja en una permanente búsqueda de la verdad, por ello las disertaciones publicadas en esta web no deben ser interpretadas como el posicionamiento de la Logia Gea en los temas tratados, sino como la expresión de la opinión de uno de sus miembros con el objetivo de incitar a la reflexión y al debate constructivo que nos permite cumplir con los deberes masónicos con un mejor conocimiento de causa.
Si te ha gustado el texto puedes contactar con nosotros pinchando aquí