ESCUCHO A LOS PÁJAROS

ESCUCHO A LOS PÁJAROS

Nací, en el más absoluto silencio, sin oír los arrullos de mi madre, los juegos de mis hermanos, los ladridos de mi perro. Silencio absoluto, no oigo nada".

"Me tratan como si fuera tonto, siempre estoy en mi interior, pienso mucho, nada me distrae. No oigo los coches, no sé si viene alguien detrás de mí, me asusto cuando me adelantan sin saber que alguien estaba a mi lado, solo tengo a un amigo, que me hace señas para que juegue con él".

"En el parque, disfruto del sol, veo agua en las fuentes, veo pájaros, patos, y personas que se hablan, que se cuentan historias. Yo no oigo nada".

"Yo perdí mi audición cuando era mayor y desde entonces no disfruto de una conversación, porque me paso el tiempo preguntando que han dicho".

"Mi bebé tras el implante coclear al oír mi voz por primera vez sonrió”.

Estas son experiencias de personas que han ido relatando sus vivencias.

No sabemos lo que es tener un sentido, como el del oído hasta que lo perdemos. Escuchar el sonido del agua, del viento, del fuego, de la música, conversar con nuestros seres queridos, avisar a alguien por teléfono en una urgencia.

A través del oído gozamos del don de oír la palabra, podemos expresarnos con la voz, escuchamos música, pero no todos podemos hacerlo.

Cuando el profesor Graeme Clark desarrolló una nueva forma de tratar la pérdida auditiva mediante estimulación eléctrica con un implante coclear, su invento cambió el mundo. Desde entonces, cientos de miles de personas han experimentado las oportunidades de la vida a través de la audición. Las reacciones de las personas implantadas son muy emotivas, desde emocionarse porque van a poder escuchar y hablar con sus seres queridos, otros bailan por primera vez al son del música, otros imitan los ladridos de su perro que acaban de oír, sonríen cuando oyen a sus parejas, a sus amigos, todo es sorprendente, los sonidos de los pájaros, las olas del mar, las tormentas. Empiezan a descubrir el mundo de otra manera y es emocionante.

El implante coclear ha transformado el campo de la salud auditiva. Hace apenas 50 años, no existían tratamientos efectivos para la pérdida auditiva de severa a profunda.

Los implantes cocleares fueron las primeras prótesis en reemplazar efectivamente uno de los sentidos humanos a través de la estimulación eléctrica.

El día 25 de febrero se celebra el día del implante coclear, para miles de personas que nos podrían contar esas experiencias, la ciencia les ha dotado del sentido del oído. Cuentan los implantados que al principio solo oían ruidos, como una radio desafinada, pero con un aprendizaje, se enseña al cerebro a interpretar los sonidos, a reconocerlos y cuando se logra, no hay palabras que describan su emoción.

La ciencia y la tecnología han transformado prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas y en materia de salud, este descubrimiento ha mejorado la vida de muchas personas, y seguramente veremos logros que poco a poco, igualarán la calidad de vida de personas con capacidades diferentes.


La francmasonería no profesa ningún dogma y  trabaja en una permanente búsqueda de la verdad, por ello las disertaciones publicadas en esta web no deben ser interpretadas como el posicionamiento de la Logia Gea en los temas tratados, sino como la expresión de la opinión de uno de sus miembros con el objetivo de incitar a  la reflexión y al debate constructivo que nos permite cumplir con los deberes masónicos con un mejor conocimiento de causa.


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