LECCIÓN DE FUEGO

LECCIÓN DE FUEGO - Hoy me gustaría compartir con vosotros un texto de autor desconocido que dice así:

“Un hombre, que regularmente asistía a las reuniones, sin ningún aviso dejó de participar en sus actividades.

Después de algunas semanas, su Instructor, decidió visitarlo.  Era una noche muy fría.

El Instructor encontró al hombre en casa, solo, sentado delante de la chimenea, donde ardía un fuego brillante y acogedor.

Adivinando la razón de la visita, el hombre dio la bienvenida a su Instructor; lo condujo a una silla grande cerca de la chimenea y se quedó quieto, esperando.

Se hizo un grave silencio, los dos hombres sólo contemplaban   la danza de las llamas en torno a los troncos de leña que ardían.

Al cabo de algunos minutos, el Instructor examinó las brasas que se formaron y cuidadosamente seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas, empujándola hacia un lado.

El anfitrión prestaba atención a todo, fascinado y quieto. Al poco rato, la llama de la brasa solitaria disminuyó, hasta que sólo hubo un brillo momentáneo y su fuego se apagó de una vez.

En poco tiempo, lo que antes era una fiesta de calor y luz, ahora no pasaba de ser un negro, frío y muerto pedazo de carbón recubierto de una espesa capa   de ceniza grisácea.

Ninguna palabra había sido dicha desde el protocolar saludo inicial entre los dos.

El Instructor, antes de prepararse para salir, manipuló nuevamente el carbón frío e inútil, colocándolo de nuevo en el medio del fuego.                                             

Casi inmediatamente se volvió a encender, alimentado por la luz y el calor de los carbones ardientes en torno de él.

Cuando el Instructor alcanzó la puerta para partir, su anfitrión le dijo:

- Gracias por tu visita y por bellísima lección.                                                                                                     

Regresaré. ¡Así sea!”

La conclusión es obvia, todos formamos parte de la llama y lejos unos de otros perdemos el brillo.  

La fuerza y la sinergia que generamos es la potencia que aviva la llama de la que todos somos parte, un fuego que cada uno alimenta con su participación y de la que al mismo tiempo todos nos nutrimos.

Solo deseo y espero que esta llama perdure ardiente y brillante por mucho tiempo.


La francmasonería no profesa ningún dogma y  trabaja en una permanente búsqueda de la verdad, por ello las disertaciones publicadas en esta web no deben ser interpretadas como el posicionamiento de la Logia Gea en los temas tratados, sino como la expresión de la opinión de uno de sus miembros con el objetivo de incitar a  la reflexión y al debate constructivo que nos permite cumplir con los deberes masónicos con un mejor conocimiento de causa.


Síguenos en Instagram  Instagram

Síguenos en  x (Twitter)  twitter

Si te ha gustado el texto puedes contactar con nosotros pinchando aquí